En el jardín de los abuelos

En el jardín de los abuelos, poco antes de terminar el año, tuve con mi niña un rato divertido entre molinos y fotos. Hoy me consigo con esta por primera vez y a propósito del continuo movimiento de los molinos que transforma el viento en energía, me siento a recorrer cómo el 2017 nos llegó rodando lejos de nuestra tierra, adaptándonos a un sistema que es desconocido para nosotros. Cada día ha sido una aventura algo extraña en la cual la paciencia ha jugado un papel protagónico pues no ha sido fácil, nadie dijo que lo sería. En el camino que quisiera fuera más corto y liviano, encontré a mi lado a una niña frustrada por el hecho de no poder cambiar la decisión de sus padres, ya que para ella en Venezuela está todo lo que necesita. Pocas veces en un cuento los detalles sobran, en este caso ha sido así, por lo que con paso firme nos hemos dedicado a disfrutar sus momentos de alegrías y a apoyarla cuando inesperadamente se convierten en momentos de tristeza y rabia. Después de todo, nosotros también nos paseamos por esos sentimientos y el reconocerlos junto a ella hace que se sienta apoyada, pues en este camino vamos de la mano ayudándonos a dejar de lado el miedo, la tristeza y la vergüenza. Como siempre, día a día usamos nuestra imaginación para crear magia en los simples detalles que nos rodean, para no perder la ilusión de una pronta visita de esas personas que tanto extrañamos y para llenar de calor y risas nuestro nuevo hogar.

Descarga Aquí los patrones para realizar estos molinos: Molinos.pdf